ambiente del niño.

El niño con hiperactividad requiere de más atención, por lo que se sugiere que integre un grupo reducido de alumnos y así el maestro podrá darle el tiempo y el cuidado necesario.

El espacio físico debe ser ordenado y armónico. Evite que el niño hiperactivo se siente frente a muchos distractores o estímulos visuales, como por ejemplo: carteles con imágenes, ventanas al exterior, etc.

martes, 27 de abril de 2010



La seguridad de los niños primero
Al tener más independencia y aptitudes físicas, los niños están en un mayor peligro de lesiones por caídas y otros accidentes. Los accidentes vehiculares son la causa más común de muerte por lesión accidental entre los niños de esta edad.
· Proteja a su hijo adecuadamente cuando viaja en automóvil. Para más información, visite el sitio de la Academia Americana de Pediatría sobre las sillas de seguridad en Car Safety Seats: A Guide for Families.
· Enséñele a su hijo a estar atento al tráfico y a seguir medidas de seguridad cuando se va caminando a la escuela, monta su bicicleta o juega afuera.
· Asegúrese de que su hijo entienda las medidas de seguridad relacionadas con el agua, y supervíselo siempre que esté nadando o jugando cerca del agua.
· Supervise a su hijo cuando esté realizando actividades peligrosas, como trepar.
· Hable con su hijo sobre cómo pedir ayuda cuando la necesite.
· Mantenga fuera del alcance del niño productos del hogar potencialmente peligrosos, como herramientas, equipos, y armas de fuego.

PREPARACION A CLASE


Puede iniciar la clase con ejercicios de respiración y relajación con todo el grupo, para favorecer la tranquilidad.
Controlar sus conductas impulsivas. Por ejemplo, pídale que en lugar de gritar lo que se le ocurra en cualquier momento, levante la mano.
Mejorar la interacción social. Por ejemplo, recuérdele que en lugar de quitarle el borrador al compañero de al lado, debe pedírselo prestado. Estas pautas de conducta deben ser generales y conocidas por todos los niños.
Explíquele qué sucederá si no observa la conducta requerida. No se trata de amenazarlo sino de establecer un código que se pueda usar para llamarle la atención sin que el grupo se entere. Por ejemplo, advertirle que si está hablando a gritos e interrumpiendo, usted le pondrá la mano en el hombro para recordarle el compromiso que han hecho.

CLASES.


Puede iniciar la clase con ejercicios de respiración y relajación con todo el grupo, para favorecer la tranquilidad.
Controlar sus conductas impulsivas. Por ejemplo, pídale que en lugar de gritar lo que se le ocurra en cualquier momento, levante la mano.
Mejorar la interacción social. Por ejemplo, recuérdele que en lugar de quitarle el borrador al compañero de al lado, debe pedírselo prestado. Estas pautas de conducta deben ser generales y conocidas por todos los niños.
Explíquele qué sucederá si no observa la conducta requerida. No se trata de amenazarlo sino de establecer un código que se pueda usar para llamarle la atención sin que el grupo se entere. Por ejemplo, advertirle que si está hablando a gritos e interrumpiendo, usted le pondrá la mano en el hombro para recordarle el compromiso que han hecho.

VIDEO NIÑOS

ACUERDOS


Acuerdos previos:
Explique al niño, claramente y en privado, qué conductas se esperan de él y por qué. Use situaciones cotidianas como ejemplo de lo que quiere conseguir. Algunos objetivos que podría plantearle son los siguientes:
Mejorar su capacidad de concentración. Explique, por ejemplo, que al pintar un dibujo, debe terminar la actividad bien y procurar que todo quede pintado. Marque tiempos para terminar la tarea.

AMBIENTE


El ambiente físico:
El niño con hiperactividad requiere de más atención, por lo que se sugiere que integre un grupo reducido de alumnos y así el maestro podrá darle el tiempo y el cuidado necesario.
El espacio físico debe ser ordenado y armónico. Evite que el niño hiperactivo se siente frente a muchos distractores o estímulos visuales, como por ejemplo: carteles con imágenes, ventanas al exterior, etc.

EL DOCENTE.


Recordemos que el docente no es la persona adecuada para emitir un “diagnóstico” sobre un alumno. Si sospecha que un niño tiene algún problema grave, debe pedir la intervención del psicólogo educativo. La inquietud y la falta de atención pueden ser síntomas de distintos trastornos que sólo un experto sabrá distinguir.
Para trabajar con los alumnos a los que un experto haya diagnosticado hiperactividad, el maestro debe capacitarse y obtener toda información necesaria para reconocer y entender los mecanismos psicobiológicos de este trastorno.